Te echo de menos.
Lo sabes, lo se. Me he dado cuenta.
Anoche no paré de dar vueltas en la cama.
Mi mente estaba inversa en tales pensamientos que jamás imaginé que tú serías uno de ellos. 
Laura.
¿Por qué?
¿Ahora?
¿Es el momento?
Vuelves a aparecer en mi vida rogándome que hablemos, que aclaremos las cosas, esta vez no me he negado. 
Quiero y necesito hablar contigo.
Te echo tanto de menos que no te haces una idea.
Todo ha sido olvidado, todo aquel daño causado.
Todo se terminó, no tengo más fuerzas para aguantar esa indiferencia que jamás ha existido. 
Y te digo a ti, estoy con los brazos abiertos esperando que des el primer paso.