¿Alguna vez has intentado coger el agua? Es prácticamente imposible. O quizás hallas probado a coger el viento, no puedes. Hay cosas en la vida que se basa en eso, una oportunidad que la ves, pero que te es imposible coger, acercarla a tu corazón, poder abrazar y decirle lo mucho que la deseas... Yo me encuentro en esa situación. Veo oportunidades muy cerca de mi, pero se me escapan de las manos sin darme cuenta tan siquiera. Cuando me doy cuenta, no están ahí, o tal vez, no tengo fuerzas de intentar unir los dedos para que no se filtren por cada hueco sin cerrar.
Necesito que alguien me ayude, que me sujete las manos, que me ayude a que ese agua no se filtre y siga su curso.
Necesito que alguien me abrace, que acaricie mis manos, que las bese, necesito que alguien consiga que asiente y que los trenes que pasan a mi lado, no pasen y los agarre con fuerza para poder montar en ellos y así, poder disfrutar de la vida misma.
